Tú me preguntaste si te amaba

TÚ ME PREGUNTASTE SI TE AMABA

Tú me preguntaste si te amaba y te enfadaste al escuchar la respuesta, ojalá pudiera comprender el amor, pero no lo comprendo, aún no puedo, sin embargo se que a este lado el amor, e incluso tu amor, aunque te parezca enorme, no lo es, que eso que tenemos aquí es sólo una gotita del océano, por grande que a ti te parezca, y que el verdadero amor, ese amor con mayúsculas…lo encontrarás al otro lado y entonces… comprenderás lo que digo.                                        

Hablo de un amor tan limpio e infinito que la sola palabra no basta cuando te digo que experimentarlo ahora no sería posible, pues únicamente con el leve roce de un instante "ÉL", el amor, sencillamente derretiría tu cuerpo envolviéndolo en una gran, maravillosa y eterna explosión de agua… y aún así, no serías capaz, ni siquiera por un instante, de experimentar todo aquel perpetuo y puro amor que, en este momento, el universo está sintiendo hacia ti.

Sin embargo, cuando deje este mundo, avanzaré con paso firme hacia el amor y miraré atrás sin pena porque aquellos que me precedieron me esperan y porque aquellos que quedaron atrás también vendrán conmigo y poco a poco en el vaivén del camino aprenderé que el amor es uno solo y tan grande que es capaz de arrinconar todas las palabras del mundo y de los mundos y de las eternas dimensiones para convertirlas en una sola… AMOR, y ya no existirá el vacío y todo será claro y estará  bien…

No temas mi amor si me voy antes que tú…pues aunque parta mil veces,  mi vida seguirá llena de ti.

Una vez me pediste que te describiese mi amor, pero no pude, pues  abrumada por la grandeza de esa palabra, no supe explicarte que eso que yo sentía tan grande era solo un granito de arena en la playa del destino y que al otro lado está el verdadero amor, sin límites ni obligaciones, y que ese amor no es por una persona o por algo, si no por todo y por todos y por cada una de las cosas verdaderas que son igualmente importantes e igualmente amadas, pues allí, se entiende y se sabe, que cada cosa forma parte de la totalidad y contribuye al equilibrio, de manera que, mi amor, el tuyo y el de todos, baste para cubrir cada instante del universo, cada esquina, cada ser, cada roca, cada árbol, cada fuente…

El amor es equilibrio y armonía, el amor es energía, agua, fuego, aire y tierra, el amor es luz que engendra luz y vida que engendra vida, el amor es Universo y es Creación. Cuando me vaya de aquí puede ser que comprenda aquello que no comprendo ahora, puede ser, si, pero aunque aún así siga sin comprender, seguro que beberé de él, y respiraré de él y quedará sembrado en mi corazón para que mi alma se alimente y pueda al fin, comprender algún día su grandeza.

Tú me pediste que te explicara mi amor y dices que me amas más que a nadie en este mundo, sin embargo te enfadaste al pensar que mi amor no era capaz de corresponder al tuyo. Pobre de mí que en un arranque de vanidad, traté de explicar sin apenas palabras, que esto que sentimos es sólo humano, y que nuestro cuerpo no es capaz de albergar esa palabra, pues no la entiende, y que el templo del amor está en el alma, y que nosotros, aún sin pretenderlo, y pese a todo, nos dedicamos dulcemente... a cortar el amor en secciones. No existen trocitos de amor, si amo, amo, y mi amor ha de ser infinito, por mi familia y por el mundo, no puedo amar sólo un poco, el amor no entiende de pocos, si no de muchos, sin embargo todavía yo no sé vivir así porque no soy valiente.

No se puede amar y no amar a la vez y no me sirve sentir que soy un  90% carne y amar la carne y 10% espíritu y pretender olvidarlo. Todos somos espíritu y carne, por eso seleccionamos el amor, pero el amor no se selecciona ni se secciona, el amor se da sin esperar recibir, porque si, porque te amo y amo mi tierra y la tierra de los otros pues aunque lo intentes mil veces, no eres dueño de nada, ni jamás llegarás a serlo. La tierra es dueña de sí misma, y el mar es su propio dueño, los árboles, las plantas, los animales, las personas…nada nos pertenece porque cada ser se pertenece a sí mismo, incluso las piedras se pertenecen porque no tenemos nada, sólo tenemos el usufructo y el derecho de disfrutarlo y de conservarlo para las generaciones venideras.

Ahora… vuelve a preguntar si te amo y seguro que aún no sabré responderte.