sábado, 2 de septiembre de 2017

La existencia y los Registros Akásicos

LA EXISTENCIA Y LOS REGISTROS AKÁSICOS

    El origen de toda existencia es la energía.

    Debes saber que cada uno de los seres, energías o cada uno de los elementos que existen o habitan en nuestro Universo o en los distintos Universos podrán ser parecidos o quizás muy diferentes entre sí, y seguramente estar hechos de distintos tipos de materia o de energía, con densidades diferentes, con elementos diferentes, con frecuencias diferentes…
Pero, frente a esta gran pluralidad, “todos” tenemos un nexo de unión, un origen común, una misma energía base que nos une, nos iguala y nos identifica como un solo principio. Siendo ésta, la esencia de nuestra creación y el sello, señal, parte o identidad de un mismo Creador. Esta energía es un vínculo que posibilita la conexión entre todos, por eso, en la medida en la que seamos conscientes de que aunque seamos únicos e individuales, todavía formamos parte de un todo, podremos a través de nuestra consciencia, nuestra intención, nuestra voluntad y nuestro grado de espiritualidad moldear todo lo que existe y crear así cualquier tipo de realidad en nuestras vidas, haciendo de este modo que aquello que deseamos llegue a nosotros de una manera u otra.

     Pero comencemos por el principio, por la base. Existe una energía colectiva que habita en todas las cosas, es cierto. Cada elemento de la naturaleza la contiene, cada roca, cada rio, cada mar, cada valle, cada árbol, animal, persona, la tierra, el fuego, el aire… todo forma parte de esta única y maravillosa energía que vibra y que se distribuye a lo largo de todo el conjunto de la naturaleza. Pero esta energía primera y principal tiene un atributo esencial: es capaz de desarrollarse y evolucionar.
En su primer estadío, nivel o densidad no está dotada de conciencia individual, sino que es una energía colectiva que vibra conjunta y armónicamente habitando en todas las cosas.
Al evolucionar a un segundo nivel, será capaz ya de adquirir un cuerpo material, no obstante todavía formará parte de esa energía colectiva presente en la naturaleza, aunque ahora convertida en plantas y animales. Pero será en nuestra forma animal cuando tendremos la capacidad para adquirir una mente, aunque esta todavía funcione de forma colectiva o grupal en la naturaleza.
Tras seguir evolucionando, a esta conciencia colectiva le llegará un momento en el que, por así decirlo, ya estará preparada para actuar de forma individual. Entonces se separará de esa mente grupal animal a la que estaba conectada y pasará a ser humana, activándose ahora un componente primordial del ser humano “el alma”.
Como humanos, adquirimos una mente individual, un cuerpo y un alma que tiene conciencia de sí misma y que además nos proporcionará el acceso a los planos superiores. Siendo el papel principal de esta última el de hacer posible la conexión entre nuestra parte física y nuestra parte espiritual.
Este es el tiempo en el que también aparece el espíritu, esa chispa divina que como una parte digamos “externa” al ser humano se une a él para formar un todo. De esta manera, somos ya un ente individual dotado de cuerpo, mente, alma y espíritu. Es necesario decir que el espíritu ha existido desde siempre, claro, sin embargo solamente aparece en un cuerpo cuando este llega a ser humano, en la tercera densidad de su evolución.
Nuestro “ego”, es la parte inteligente de nuestro cuerpo que nos garantiza la supervivencia y que muchas veces nos domina. No tiene conciencia propia, sin embargo actúa sin pensar a través de sus condicionamientos adquiridos y es muy difícil de controlar. A diferencia de nuestro espíritu siempre tenderá hacia lo material.
La mente, parte espiritual del pensamiento es el lugar donde se registran nuestros recuerdos más significativos que posteriormente pasarán al alma, donde residen la voluntad, la personalidad y las emociones.
Nuestra alma, como resultado de la unión entre el cuerpo y el espíritu se va formando progresivamente y es, sin duda, nuestra parte inteligente. Nunca parará de crecer ya que continuará desarrollándose en nosotros de forma gradual hasta llegar a completar todo su ser. Pero al estar situada entre el cuerpo y el espíritu, será influenciada por ambos.
Nexo de unión entre la mente y el espíritu, nuestra alma funciona como una interfaz o dispositivo capaz de transformar, las señales generadas por un aparato, en señales comprensibles por otro. Recoge toda la información sobre las experiencias vividas y aprendidas y las guarda en los llamados “Registros Akásicos” que son un sistema energético en forma de archivos que contienen la historia de toda la existencia y donde podremos encontrar toda la información que sea de utilidad para nuestra evolución. Allí se guarda todo lo aprendido por nuestra alma durante su evolución además de una perspectiva o proyecto futuro sobre nuestros posibles aprendizajes. Está nuestro pasado, nuestro presente y nuestro potencial futuro. Todo lo que existe tiene su “lugar” en ese archivo. Y aunque se puede acceder a toda esa sabiduría del universo y de los distintos universos, planos y dimensiones, está claro que hay que saber cómo hacerlo. Allí queda registrada toda nuestra información, y lo más impresionante, también están todas las respuestas a los porqués de nuestra vida. Si estuviésemos en condiciones de acceder a ellos lograríamos conectar con nuestra sabiduría interna para comprender mejor las cosas que nos ocurren, haciendo posible superar nuestros obstáculos de una manera más fácil y menos dolorosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...