sábado, 10 de septiembre de 2016

Y verás un nuevo cielo y una nueva tierra



Y VERÁS UN NUEVO CIELO     Y   UNA NUEVA TIERRA



      Nuestro mundo material es percibido por sus diferentes habitantes de formas muy distintas, así que cada ser viviente ve e interpreta las cosas a su manera. Una mosca no se relaciona de la misma forma que una planta o un tigre, una persona muy optimista no ve la vida de la misma manera que una muy pesimista… por lo que podríamos decir que nuestro mundo es como una especie de gran holograma sujeto a miles de millones de interpretaciones. 

      En cierto modo, también sucede lo mismo al otro lado, ya que en un principio cada uno imaginará su realidad y creará sus propios lugares estableciendo así un entorno con el cual se sentirá identificado y en el que vivirá muy feliz.
Este “más allá” contiguo es el lugar al que nos dirigiremos seguidamente después de morir. Es un lugar lleno de amor infinito y donde cada sentimiento, cada pensamiento, cada sensación tendrá su respuesta inmediata.
Allí se aclararán todas nuestras dudas, siendo testigos de nuestro despertar a un nuevo “conocimiento”. Y no porque alguien nos lo dio al cruzar al otro lado, si no porque ya lo teníamos, siendo ahora capaces de recordarlo.
Por eso, a medida que vas aceptando dónde estás y te vas adaptando, al dejarte llevar sin forzar ninguna situación, tu mente podrá aparecer ante tus ojos tan grande y tan radiante como realmente es.

      El conocimiento, así como tus desplazamientos, serán instantáneos, abriéndose en este momento y ante ti un nuevo mundo infinito y lleno de posibilidades, tantas como puedas albergar en tu imaginación y muchas más.
Allí hay muchos espacios abiertos cuajados de naturaleza y de luz, además de otros espacios diferentes donde podrás realizar cada actividad que te propongas.
Serás tú mismo, pero sin las ataduras de las emociones terrenales pues en este espacio tan maravilloso en el que ahora estás, solamente sentirás un dulce y vivo amor incondicional que te llenará de paz y hará que cada cosa pueda ser más hermosa incluso que la anterior.

      En el momento de partir verás una luz muy atrayente que te guiará por una especie de camino o túnel. Y al aceptar esa luz que te llama con firmeza y voluntad, arrastrado por la inmensidad de tu propia mente, te sentirás completamente libre mientras eres testigo de una ternura y un amor tan dulce, tan grande y tan profundo como nunca jamás habrías imaginado.
De este modo, sabiéndote dichoso e inmensamente feliz, avanzarás sin miedo en busca de tu nueva vida.

      Y tras esa luz extraordinaria, de entre aquellos que te esperan verás sonreír a aquel al que tanto habías echado de menos… y en seguida, tiernamente, devolviéndole la sonrisa irás a reunirte con él… y no podrás sentirse más dichoso.
Más tarde te conducirán a una especie de sala enorme, ricamente decorada y muy luminosa, como una especie de palacio de luz en donde encontrarás a mucha gente y en la que tras una breve espera serás recibido por un “Ser espiritual” que se dirigirá a ti con extrema dulzura y te llamará por tu nombre. Lo escucharás como por telepatía y entenderás todo lo que dice sin necesidad de esforzarte, aunque no se comunicará exactamente con palabras, si no que más bien recibirás su mensaje como un pensamiento o un sentimiento que te hará comprender lo que quiere decir en toda su magnitud.
En ese momento y mirándote con muchísima ternura te hará tres preguntas, de las cuáles él ya sabe las respuestas pero espera que de éste modo tú las entiendas también pues no están expresadas para él si no para ti.
En primer lugar te preguntará ¿qué has hecho con tu vida? Una vez le hayas contestado de la misma forma en la que él te habló y en la que eres un experto ahora, se te hará la segunda pregunta, ¿qué has aprendido de ésta?  Tras obtener tu respuesta, el maravilloso ser de luz te hará finalmente la tercera y la más difícil de las tres, ¿cuánto has amado? A lo que, y viendo tu vida pasar en un instante frente a tus ojos, responderás sin miedo ni dudas pues jamás te sentirás juzgado sino amado y comprendido.

      En el momento de la muerte física emprendemos el viaje más alucinante de nuestra vida y aquello que ahora nos rodea, aunque nuevo, seguirá siendo tan sólido para nosotros como el mundo que dejamos atrás.
Todos haremos el viaje, pero dependerá de cada uno el cómo, pues este estará supeditado al grado de aceptación que tengamos con respecto a nuestra nueva “vida” y de cómo nos enfrentemos a esta situación o cómo la asimilemos.
No gastarás mucha energía para llegar allí. Algunos cruzarán conscientes y reconocerán a aquellos seres queridos que partieron antes y que vendrán a darles la bienvenida. Pero otros, con un menor grado de aceptación o con muchas dudas o temor, afrontarán inconscientes parte del camino pues los seres de luz les harán entrar en una especie de letargo o sueño reparador durante el cual serán atendidos en unos lugares especiales de descanso para que se adapten y se recuperen.
Allí se repondrán hasta alcanzar el nivel de energía necesario para su completa recuperación. Y una vez restablecidos, estos seres de luz seguirán a su disposición para guiarlos y responder a todas sus preguntas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...