
LA VIDA ANTES DE NACER
Cuando descubres que muy cerca de ti existe un lugar donde puedes ser tu mismo, donde eres escuchado, respetado, amado e inmensamente feliz, enseguida quieres saber cómo se puede llegar allí.
Cuando descubres que muy cerca de ti existe un lugar donde puedes ser tu mismo, donde eres escuchado, respetado, amado e inmensamente feliz, enseguida quieres saber cómo se puede llegar allí.
Una vez que has tenido la oportunidad de experimentar la paz, la alegría, el bienestar y el amor eterno, este lado nuestro tan cotidiano, irá poco a poco perdiendo su interés.
No obstante, nuestro cometido, aunque no nos guste, es tener los pies en la tierra y usar todas las oportunidades que nos encontremos en el camino para aprender, pero sin agobiarnos. La vida es muy dura.
Al mismo tiempo que vayamos aprendiendo, iremos elevando nuestra espiritualidad y nuestras vibraciones. Y un día cualquiera nos daremos cuenta de que la vida nos sonríe. Puede que no del modo en el que habíamos pensado, pero sí de alguna forma que consiga hacernos medianamente felices.
Cuando consigamos la paz necesaria para comunicarnos, ver o sentir a los seres de luz que nos cuidan, nos ayudan y nos protegen desde el otro lado, tal vez nos muestren su trocito de Cielo. Entonces nos daremos cuenta de que todo nuestro esfuerzo habrá merecido la pena.
Puede ser durante un sueño, una visión, una meditación, mientras oras, etc. La forma en la que deseas elevar tus pensamientos debes elegirla tú. Ellos harán el resto del camino.
En ese momento te darás cuenta de que todo lo vivido al otro lado, donde la materia que nos aprisiona, siempre es más intenso y más real.
Y de ese lugar es justamente de donde venimos y al que iremos tras cruzar el Umbral. No hemos de tener miedo de volver al origen porque allí nos esperan nuestros seres queridos que partieron antes.
He tenido la suerte de acceder a un recuerdo maravilloso, el instante justo antes de nacer. Tal vez pienses que lo he soñado y eres muy libre de pensarlo, pero es un recuerdo tan fuerte que con el paso de los años no se ha borrado. Los sueños se olvidan, los recuerdos no. Me había preparado para el momento, estaba totalmente decidida y mi mente vibraba en absoluta paz y armonía con todo lo que me rodeaba, sentadas junto a un nacimiento de agua, en un prado, varias personas nos disponíamos felices a iniciar aquel nuevo viaje que nos aportaría miles de experiencias y todo aquello que fuésemos capaces de aprender. Todos estábamos preparados. Teníamos muchas ganas y mucha mucha ilusión.
Cada uno había elegido su camino y esperaba con anhelo poder cumplir su nuevo destino. Lo que allí había era real y tangible, supongo que porque éramos de la sustancia adecuada al lugar, igual que ahora lo somos de la sustancia adecuada a éste.
Tal vez todo era obra de nuestra mente y de una Sabiduría Superior que, interpretando nuestros deseos y en un intento por facilitarnos nuestro período de adaptación, había creado aquellas formas tan parecidas a nuestro mundo. No es importante, el hecho es que podíamos tocar, oler, sentir...todo era fascinante, deslumbrante y hermoso, y aún así... habíamos decidido... tomar otros caminos....
En ese momento, un ser de luz se acercó y me anunció que había llegado el momento. Me preguntó si estaba segura y yo asentí.
Dejando la mente en blanco me dejé llevar y al instante me deslizaba por una especie de tobogán cálido y húmedo. Me sentía bien y no tenía miedo. Luego vi una luz intensa y ya no recuerdo nada más.
Todos vivimos a la luz del otro lado, amados y protegidos por los seres de luz que nos guían y nos ayudan. Cada persona ha de encontrar su propio camino y aceptar que es valorado, amado, respetado y completamente libre para elegir. Ten la certeza de que siempre eres y serás escuchado y de que existe un vínculo con el otro lado que nunca se romperá. Si crees que no recuerdas nada de lo que dejaste atrás, que no puedes o no sabes comunicarte con ellos, no cedas, no te desanimes, no debes sentirte solo, ten un poco de paciencia y la voluntad firme de buscar aquello que sin duda está en tu interior, tan cerca y tan lejos como tú desees.
No hay comentarios:
Publicar un comentario