Viajando por primera vez

VIAJANDO POR PRIMERA VEZ

Había sucedido muchas veces desde pequeña, pero esta vez fue realmente la primera, mi cuerpo se paralizó como en otras muchas ocasiones y como en muchas otras ocasiones entré en pánico.

Había perfeccionado una técnica para pararlo cuando empezaba. Lo primero que se paralizaba eran las extremidades...los pies, las piernas, las manos, los brazos...pesaban, no podía sentirlos, ni moverlos, pero antes de que sucediese algo más, no me dejaba llevar y empezaba a rezar para mantener ocupada mi mente, al mismo tiempo movía los dedos de los pies hasta que conseguía mover las piernas, luego, hacía lo mismo con las manos... y entonces se paraba todo.

 Pero ese día todo sucedió muy rápido y el torbellino me pilló desprevenida, era como una espiral que se movía dentro de mí en la zona del estómago y que cada vez se hacía más grande y giraba más... podía escuchar su sonido, muy fuerte, y sentirlo desde dentro, como  algo girando en mi interior. Mi cuerpo pesaba y estaba paralizado...no hubo tiempo de sentir miedo...en ese instante mi mente quedó libre y sin más di el salto, sabía y sentía que era yo, y de repente aquel "yo" comenzó su viaje.

Cuando das el gran salto nunca estás  solo, siempre hay alguien esperando para ayudarte, como un guía del otro lado.

Y sí, allí estaba mi guía y aunque  no lo podía ver, lo sentía y lo escuchaba perfectamente.

-¿Quién eres?

-Ismael.

-¿Por qué no puedo verte?

-Porque te quemarías.

-Vaya. ¿Por qué?

-Haces muchas preguntas. Mi  energía te haría daño si intentas mirarla.

-¿Eres tú con quien he hablado otras veces?

-Si

-¿Por qué me proteges?

-Porque somos de la misma familia…

Entonces el tiempo se agotó, caí de repente, como quien cae a un abismo, y me sentí chocar contra mi  cuerpo, un golpe seco...y luego…desperté.

La primera vez que tuve consciencia de mi propio yo separado del cuerpo fue difícil, pero lo peor fue descubrir que yo, era eso,  exactamente yo, ni siquiera era un poquito más lista.

Durante los primeros intentos fallidos a causa de un gran miedo siempre había pensado que cuando superase ese pequeño problema y lograse ser libre sabría de repente mucho más y sería mucho más inteligente y tendría acceso  sin haberlo ganado a todos los secretos espirituales de éste y del otro lado.

Vaya sorpresa cuando descubrí que "yo" seguía siendo yo, un poco más ligera, claro, porque en este caso estamos hablando de movilidad mental y aunque hay que aprender a controlarla, una vez superadas las primeras dificultades resulta muy interesante. Puedes ir a diferentes lugares con solo querer hacerlo, pero no es exactamente un pensamiento, es más bien un deseo que expresas con tu mente, es un poco difícil de controlar y por eso has de aprender a andar de nuevo...en todos los sentidos.

Bueno, solo era yo, pero no estaba sola y ante mí se abría un mundo lleno de vida y grandes posibilidades.

Lo primero que vi fueron unas personas hablando entre ellas,  me acerque, pero no me hicieron el menor caso, estaba segura de que me veían, no me sentí muy bien ante el hecho de ser ignorada, pero enseguida alguien del grupo se percató de mi presencia, se dio la vuelta, me preguntó cómo estaba y  me explicó que las personas que allí había no me hablaban porque sencillamente no tenían nada que decirme y que si alguien quería decirme algo ya me lo haría saber, y efectivamente, siempre ha sido así, son ellos los primeros que hablan.