Amor en su primer estado: palabras para el alma.

AMOR EN SU PRIMER ESTADO:

PALABRAS PARA EL ALMA

      Ahora te voy a explicar por qué eres incluso más especial de lo que pensabas, más eterno, más sublime, más hermoso, asombroso, maravilloso, inusitado, extraordinario y muchísimo más… Seguramente alguien ya te habrá contado que esto es así porque tú eres amor y es que no solo formas parte de él si no que eres él pues estás hecho de él, aunque posiblemente quizás a quien te lo dijo le creyeras solo a medias…

      Por eso, hoy quiero contarte que tenía toda la razón y te voy a decir por qué. Existe una única energía pura de la que todo está hecho y resulta que a esta energía, nosotros la llamamos amor. Las leyes físicas nos lo muestran muy claro, la energía no tiene forma, ni peso, ni color, ni olor, pero posee otras características que a su vez son importantes para reconocerla y comprenderla:

- Puede ser almacenada y liberada, por tanto usada cuando más convenga. Nosotros somos amor puro almacenado en un cuerpo que, aunque hecho igualmente de amor, tiene el inconveniente o la ventaja de estar constituido, por supuesto, a partir de átomos y moléculas, las cuales, llenas de energía, se encuentran en movimiento continuo, sin embargo este movimiento es casi imperceptible lo que nos relega al primer estado de la materia, su estado sólido. Somos pues, amor en su primer estado, es decir, en su forma sólida. Todos los seres que habitamos en este plano de existencia constituimos la forma sólida del amor, sin embargo, a esta única y verdadera energía pura a la cual llamamos amor, del mismo modo que le sucede al agua, tras cambiar su movimiento energético o vibración, también cambiará su estado, y es por eso que, a lo largo del Universo y en los diferentes planos que lo forman, también será posible encontrar al amor en todos sus diferentes estados. Al llegar la hora de abandonar nuestro cuerpo a través de la muerte quedará así mismo liberada toda nuestra energía pasando en este momento a un estado de vibración más alto con el que conseguiremos acceder a otros lugares.

-Se transfiere, es decir que puede pasar fácilmente de unos cuerpos a otros. Por eso podemos obsequiar y ser obsequiados con el amor y aprender del amor y enseñar con amor y amar muchísimo y hasta no amar nada…y por eso podemos llenar nuestros corazones e inundarnos de él porque somos él y a través de él se harán también realidad nuestros sueños y nuestras esperanzas pues, cuanto más amor doy, mas capaz seré de amar y cuando haya aprendido a amar mi camino será mucho más fácil y siempre estaré tranquila porque mi amor será también mi fortaleza.

-Puede transformarse de unas formas de energía a otras. Así sucede y esto nos explica pues el que cada realidad que vemos, material o espiritual nos parezca diferente, y efectivamente lo es, aunque su base continúe siendo la misma.

-Se conserva, la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma. Ya sabéis que nuestro amor, es decir, nosotros mismos y toda nuestra capacidad de amar, antes convertida casi toda en materia, finalmente será liberada en una explosión de paz y alegría el día en el que por fin podamos cruzar al otro lado y volver a pisar sobre aquellos lugares de amor sagrado de donde procedemos y desde los que partimos un día con las intenciones bien claras, la mente despierta y el corazón alegre.

-Se degrada, en los procesos de transformación de un tipo de energía en otra, se produce calor, que no es posible aprovechar, lo que supone que parte de la energía se pierde. Y es que en el momento de la partida, todos dejamos atrás gran parte de nuestro amor repartido entre todas las cosas maravillosas que hemos vivido y conocido, entre todo y entre todos aquellos que hemos amado y continuamos amando, e igualmente dejamos además una pequeña parte nuestra, no obstante, también nos llevamos muchas experiencias que nos harán progresar en nuestro camino.

      Somos amor ya que estamos hechos de amor y nuestra energía es el amor, seres espirituales que en un intento por aprender decidimos vivir una experiencia nueva albergando su esencia en aquel lugar donde esta energía universal tiene su frecuencia más baja, sin embargo, esta situación tiene una vertiente muy positiva y es el hecho de que necesariamente nos proporcionará la oportunidad de conocer algo diferente teniendo en cuenta lo primitivo, primario o elemental del mundo en el que vivimos, además de permitirnos el acceso a un entorno o escuela de aprendizaje estupenda ya que ser humano significa formar parte de una gran raza, bastante peculiar y un tanto insólita, capaz de los mayores prodigios y de las más horrendas atrocidades.

      El acceder a este mundo humano y material nos va a permitir desarrollarnos y desenvolvernos en un contexto muy diferente y hasta a veces hostil, situación que además pondrá a prueba constantemente toda nuestra sabiduría y experiencias previas ya que al comenzar aquí nos convertimos en verdaderos alumnos con la magnífica oportunidad de acceder a aprendizajes que de otra forma no serían posibles, algo así como si a un monitor se le permitiese ser alumno en una materia que no domina y que durante el tiempo que durase el curso tuviese que someterse a otras leyes, culturas y pensamientos diferentes que seguramente estimularían su inteligencia o hasta incluso podrían hacerle quizás replantearse muchas cosas.

      Mirar nuestro universo material desde una postura diferente es más bien un reto y también una posibilidad de conocer mejor a los seres que en él habitan, consiguiendo así una inestimable situación a la hora de poder ayudar y de comprender.

      Como un niño con un cuaderno en blanco y muchas ganas de aprender, valoro lo que tengo y lo que represento y aunque compaginar mi parte animal o material con mi parte espiritual ya me da bastantes quebraderos de cabeza, sé que soy libre y que a través de mi sabiduría, inteligencia y comprensión puedo cambiar muchas cosas, encontrarle sentido a la vida y disfrutar de la capacidad de ser feliz, a pesar de las circunstancias. Pero el ser conscientes de nuestra propia libertad y de nuestra inteligencia también conlleva una gran responsabilidad, pues implica el tener la certeza de que cada decisión que tomemos repercutirá sobre nuestra vida y paralelamente sobre la de muchos otros además de aceptar que somos totalmente responsables de nuestros actos, siendo obvio que ya no podremos echar la culpa a los demás bajo ninguna circunstancia…

      Sin embargo, aunque a lo largo de nuestra existencia cometamos muchos errores, el reconocerlos e intentar corregirlos nos hará más fuertes y nos ayudará a desarrollarnos y a madurar. En definitiva, yo soy la única que puede controlar mi futuro y hacer que las cosas cambien, así que, si reflexiono sobre mi persona, veo sencillamente que lo mejor que puedo hacer es elegir en cada situación de mi vida, de entre todas las opciones que tengo, la mejor para no hacer daño a nadie ni repetir los mismos errores del pasado y si pienso en los demás, lo que puedo hacer, además de ayudarles en la medida de mis posibilidades, es intentar no herirles el corazón.

      De todo esto se deduce por tanto que ha de ser prioritario para nosotros marcar como objetivo de nuestra existencia el conocernos a nosotros mismos además de buscar nuestra propia tranquilidad espiritual pues este gran proyecto hará que todo marche bien en nuestras vidas ya que al fin estaremos de acuerdo con nosotros mismos, con lo que somos y con quienes somos en realidad. Ayudar y respetar a los demás, amar la naturaleza, buscar dentro para encontrarte a ti mismo, disfrutar del amor, el perdón, la amistad, la solidaridad, la compasión, la vida…es algo que al fin hará de nosotros personas verdaderamente libres.