EL AURA
El aura es la vibración que rodea a cualquier objeto o ser,
está relacionada con nosotros mismos y con lo que pensamos o sentimos, y si
puedes verla, sabrás como es en realidad cada persona, lo que quiere y las
intenciones que tiene, porque el aura nos refleja tal y como somos y no se
puede fingir. Si descubres un aura clara, brillante y limpia significa que esa
es una buena persona y también muy espiritual, pero si por el contrario
descubres un aura gris, sucia u oscura, significa que esa persona no tendrá
claras intenciones por más que intente llamarte cariño, ser educada o amable.
Esta es una percepción con la que todos nacemos y que dejamos atrás al hacernos
mayores y comenzar a adentrarnos en el mundo material, aunque en realidad, esta facultad no se pierde, se
esconde y sólo hay que potenciarla un poco y trabajar con ella para recuperarla
de nuevo.
Cuando fui consciente de que podía ver el aura de manera
natural, me sorprendí muy gratamente e
intenté trabajar mucho más sobre ello. Resultaba muy reconfortante, al
principio solo podía ver como una especie de sombra clara u oscura de unos 5-8
cm rematada con un contorno como si se hubiese hecho con un lápiz, que se movía
ondulante al mismo tiempo que el cuerpo
que la producía. Luego comencé a ver una especie de lucecitas minúsculas alrededor
de la cara y la cabeza de algunas las personas, que brillaban intensamente y
desaparecían, era asombroso. En realidad el aura es el medio mediante el cual
podemos captar con nuestros ojos las vibraciones energéticas y emocionales del
cuerpo, la cual podrá cambiar de color según sean nuestras intenciones, nuestra
salud o nuestro estado de ánimo. Quizás sea un poco complicado verla, pero todos
la podemos sentir y de hecho lo hacemos constantemente, llegando a percibirla como una idea o un
sentimiento, como una especie de vibración que llega al cerebro y nos ayuda de
alguna manera a conocer como son las personas por dentro, deja fluir tu energía
y pon los sentidos de la mente y del alma
al servicio de tu conocimiento, solo has de creer en ti y tener la seguridad de
que aquello que estas sintiendo es real. Para ver el aura de una persona, sitúala
frente a un fondo claro muy iluminado como por ejemplo una pared blanca o un
cielo azul, escoge un punto de su cuerpo donde mirar fijamente, en medio de la
frente por ejemplo, también puedes concentrarte en otros puntos de la persona,
pero este es el mejor y más sencillo, mira a este punto de 30 a 60 segundos si
puedes, tratando de concentrarte lo máximo posible, al cabo de este tiempo, usa
tu visión periférica mientras miras al mismo punto y continua con la
concentración, no muevas los ojos para mirar a tu alrededor y recuerda que solo
puedes usar tu visión periférica y que no se puede hacer trampas, enseguida
comenzarás a ver el aura tímidamente, si cierras los ojos ahora por un segundo
o dos, podrás ver solamente el aura de esa persona, pero no debemos confundir la
imagen del aura con la imagen accidental que es aquella que vemos como una
copia iluminada de un objeto cuando este ya no está o no lo estamos mirando,
esto sucede porque los sensores de luz de nuestros ojos tienen memoria y la
representación visual permanece unos segundos después de que la imagen haya
desaparecido o no la estemos mirando. La imagen accidental tiene la misma forma
que las imágenes originales y está rellena de luz, el aura rodea al objeto y la
imagen que veremos será mayor que el objeto
original.
Todo aquello que recibamos de los demás y de la vida va a
depender mucho de nuestra actitud y de lo que estemos dispuestos a dar, es muy
importante la manera que tenemos de enfrentarnos a la vida, la actitud o las
vibraciones que tengamos frente a los demás nos harán vivir las situaciones
cotidianas de manera diferente. El que tengamos éxito o no en cada camino que
emprendamos va a depender mucho de esto.
Según nuestro estado de ánimo y nuestra actitud más o menos positiva podremos
conseguir que nuestra “suerte” cambie, ver solo el lado bueno de las cosas hará
que nuestras vibraciones sean muy elevadas, si por el contrario estamos muy
enfadados con la vida o con nosotros mismos, lo único que conseguiremos es que
nuestra situación no mejore, pues, estamos atrayendo de este modo gran cantidad
de energía negativa que hará que nuestras vibraciones sean muy bajas y
oscurecerá nuestra aura, recordad que nuestro subconsciente no sabe pensar por sí
mismo, cree todo aquello que le decimos y atrae hacia nosotros todo lo que cree
que nos gusta, si tenemos un mal concepto
sobre nosotros mismos y pensamos cosas negativas, eso es lo que nuestro
subconsciente atraerá porque realmente piensa que es lo que queremos, de manera
que en poco tiempo nos sentiremos nerviosos, cansados, enfermos, nos volveremos
descuidados, nada nos divertirá…en fin, una pena, mejor ver el lado bueno de
las cosas…es más saludable para todos. Cuando nos mostramos enfadados o
nerviosos ponemos en guardia a las personas con las que nos estamos
relacionando en esos momentos, creando un estado de tensión y nerviosismo
bastante elevado, por el contrario, si aparecemos tranquilos y amables, eso mismo
será lo que recibamos. Controlemos nuestro yo y seremos más felices actuando
desde la calma, el amor y la verdad.
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