El amor es un sentimiento tan maravilloso que es capaz de
hacernos a la vez extremadamente fuertes y extremadamente débiles. A través de
él podemos vivir fantásticas aventuras en las que nuestro cuerpo y nuestra alma
se inundan de sentimientos haciéndonos
perder la cordura, nos puede elevar a lo
más alto o dejarnos caer en los pozos más profundos, y aún siendo así, lo
necesitamos para respirar… nunca para, está en nuestra alma y surge de ella
abriéndose camino con fuerza porque además de ser el motor que mueve el
Universo, el amor… es la energía que nos da la vida y hace que todo cambie.
De repente y en mitad de la noche abrí los ojos, estaba molesta porque "alguien" me estaba despertando a aquellas horas y con muchas ganas de hablar, no podía verlo, pero lo escuchaba perfectamente, decía cosas tan extrañas como que yo estaba a salvo flotando en mi propia esencia, que era una con el Universo y que iba a ver algo que me gustaría. Al principio no le hice mucho caso porque quería dormir y me molestaba, pero ante tanta determinación y como ya andaba bien despierta, de mala gana le presté atención.
Consiguió que observara mi respiración, que me calmase y me
dejase llevar… dijo que iba a coger mi mano y
que soplaría para hacerme ver que estaba a mi lado, sentí su brisa en la
nuca y tuve la sensación de que una energía sorprendente y maravillosa me
inundaba moviéndose a su antojo a través de cada partícula infinita de mi
cuerpo y de mi alma, me volví agua… y me hallé flotando en el mar de la calma, él
estaba a mi izquierda, pero no podía verlo… tampoco lo intenté… porque yo… ya
no estaba aquí.
Entonces, tal y como si se hubiese rasgado la atmósfera, se abrió
un espacio desigual en forma de cono con la parte más grande hacia mí del que
emergió la visión de un mundo diferente y tan espectacular que no podía apartar
los ojos de él, lo veía perfectamente y hasta parecía que lo podía tocar, estaba
muy cerca y a la vez muy lejos…como flotando en el infinito. Aquel túnel era
como un embudo formado por una especie
de ondas en movimiento, algo así como si muchas vibraciones hubiesen unido sus elementos
para formar una materia solida que yo no había visto jamás, con colores en la
gama del azul al violeta, pero de una intensidad tan extraordinaria que
bloqueaba mis sentidos. Al final del túnel aparecía lejano y majestuoso un
espacio exquisito del cual y muy lentamente comenzaron a surgir una especie de
sensaciones infinitas danzando armónicamente, eran puntitos de luz brillante
que salían de aquel lugar moviéndose a
un ritmo cadencioso, ni rápido, ni lento, haciéndome llegar de alguna manera
que desconozco su mensaje, comenzaron
entonces a formarse junto a ellos una especie de lenguas de energía dorada, de
una luminosidad, brillo y color indescriptibles, la energía fluctuaba de manera
parecida a esas llamaradas que salen del sol cuando hay tormentas solares…aunque
no se han escrito palabras para explicar aquellos tonos tan fascinantes en
los que mi mente se perdió. Aquellas
almas que eran completas porque estaban juntas creaban con su fusión un vínculo perfecto de movimientos, de vida
armónica, de unión con el Creador y de la sensación de amor más firme y fuerte
que jamás ningún ser humano haya podido imaginar.
Hay un lugar, donde
las almas viven en armonía complementándose unas con otras hasta el punto de
ser capaces de evolucionar juntas hacia la perfección, es la tierra de los
contrastes, donde prima lo complementario, cada fuerza, energía, alma o
espíritu necesita construir su armonía a través de su complementario,
generalmente opuesto, para conseguir un equilibrio perfecto. Cada ser, cada
idea, cada pensamiento, sentimiento o actitud, posee un armónico o
complementario del que depende para su existencia y que a la vez está dentro y
fuera de él mismo. Así resulta que cada alma tiene su igual, que la completa y
la complementa, ayudándose ambas mutuamente
en el camino hacia su evolución. Puede ser que tengáis la suerte de compartir
el mismo tiempo en este mundo terrenal, pero no es lo habitual.
Este mundo maravilloso, existe en el primer nivel al que
vamos después de morir, donde hallamos aquello que a cada uno le falta para
llenarse, aquello que necesitamos perfeccionar o conseguir con la finalidad de
ser aún más felices y continuar con nuestra evolución, es el mundo de los
complementarios, donde serás recibido con gran gozo y podrás continuar
aprendiendo aquello que necesites, seguirá siendo un trabajo personal que hemos
de hacer pero las carencias que podamos tener serán compensadas al entrar en
contacto con aquello que nos complementa y nos completa. Es el lugar donde la luz,
el color, los sonidos, la vida…es extremadamente hermosa, allí has de perder tu
ego, esa parte de ti que lastra tu evolución. Es el momento de compartir, darás y recibirás
lo que necesites de aquellas que podríamos llamar tus almas gemelas o
complementarias que como tú se afanan por completar el ciclo de la “vida”,
tenéis todo en común y mutuamente llenareis vuestros vacíos de luz y
conocimiento.
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