Qué sucede cuando escribo

QUÉ SUCEDE CUANDO ESCRIBO                                                                

Oí  retumbar en mi cabeza la palabra “esencia” y enseguida comprendí que ese era el mensaje que Ismael, uno de mis guías espirituales y con el que habitualmente hablo, me estaba transmitiendo, no fue difícil llegar a esta conclusión pues esa palabra apareció en mi camino a lo largo de ese día unas cuantas veces, aparecía delante de mí en cualquier libro, alguien la nombraba a mi lado, la decían  en la televisión y hasta mi hija al subir al coche cuando la llevaba a instituto e iba repasando sus apuntes de filosofía , comenzó a decir en voz alta la definición de “esencia”:

-"La esencia es lo que mantiene a una sustancia en si misma a través de los cambios".

Bien, ya no me cabía ninguna duda, Ismael quería contarme algo y no cejaría en su intento hasta que yo buscara un momento del día o de la noche para establecer la comunicación.

Una de las vías que Ismael usa para comunicarse conmigo es la escritura, otra es a través de los sueños, y otras muchas veces solo resuena su voz en mi cabeza en forma de un pensamiento que no me pertenece.
Cada vez que me pongo a escribir siento como coge mi mano haciendo que canalice toda la información y la exprese por escrito, ante un papel y un bolígrafo pierdo la noción del tiempo y de todo lo que sucede a mi alrededor quedando sumida en una especie de trance, he de asegurarme que nadie me interrumpe durante el proceso, pues cuando esto sucede y la conexión se rompe de repente, siento como si cayese al vacío, tengo palpitaciones y me falta el aire.

El bolígrafo se desliza por el papel a gran velocidad escribiendo sin rumbo aquellas palabras que luego, una vez finalizada la conexión comienzo a leer con avidez, la letra...enorme, amontonada, difícil de entender pero cargada de una intensa pasión por la vida, y aunque comparto los sentimientos, he de confesar que hay afirmaciones que me asombran.

Más tarde redacto el texto arreglándolo lo mejor que puedo y dándole forma de la manera que creo más apropiada para que resulte cómodo, sencillo y fácil de leer, pues hay muchas frases o palabras repetidas y otras tantas inconclusas, pero el contenido siempre está claro, sé lo que quiere decir y trato de expresarlo de la mejor manera. Al finalizar me siento libre, segura, feliz y muy relajada.

Me gusta mucho la forma espontánea en la que Ismael se expresa, y cuando reflexiono sobre lo escrito no tengo dudas y pienso que si pudiese hacer la mitad de cosas que él dice y seguir sus enseñanzas podría vivir muy feliz en este mundo físico.
Él habla y yo simplemente... escucho y disfruto intensamente, tiene una voz tan especial que me tranquiliza, es muy dulce y cálida, a veces me parece como si cogiese la tesitura de mi propia voz y la mejorase infinitamente, quizás sea por eso por lo que me resulta tan relajante, grata y familiar.